a

NUESTRA FUNDADORA

Joaquina de Vedruna

NUESTRA FUNDADORA

Joaquina de Vedruna nació en Barcelona el 16 de abril de 1783. Como su familia pertenecía a la burguesía intelectual, accedió a una educación privilegiada. Desde niña tuvo inquietudes religiosas, así que a los 12 años se dirigió al convento de carmelitas calzadas para profesar su vocación; las monjas no la podían aceptar por su escasa edad y tuvo que esperar a que pasasen los años. Sin embargo, la vida le tenía preparada una sorpresa con la que ella no había contado, su padre les habló, a ella y a sus dos hermanas mayores, de su joven amigo y abogado Teodoro de Mas como posible novio para alguna de las tres. El joven se presentó con un pequeño detalle (un cartucho de almendras) que las hermanas mayores despreciaron, pero que Joaquina aceptó; y eso era lo que buscaba Teodoro, una esposa que se alegrara con los pequeños detalles de la vida.

Se casaron, y fueron padres de nueves hijos. Juntos compartieron el dolor de perder a tres de ellos y la guerra entre España y la Francia de Napoleón que les hizo conocer la separación, el exilio, el empobrecimiento y la muerte; pues tras la guerra, Teodoro enfermó de tuberculosis y murió cuando Joaquina contaba 33 años.

Joven y viuda se trasladó a Vic, a la propiedad del Manso Escorial donde se entregó a la educación de sus hijos, luchar por el sustento y atender a los enfermos del Hospital de pobres de la ciudad.

Fue el fraile capuchino Esteban de Olot, quien le presentó la necesidad de fundar alguna Orden que pudiera ofrecer ayuda y educación. Así surgió una nueva Congregación Religiosa de carácter apostólico y abierto. En muy poco tiempo, el trabajo de la Comunidad de Joaquina se hizo presente en los pueblos de Cataluña, la sencillez evangélica de las Hermanas, cercanía, abnegación y su buen hacer en la educación de la mujer, las hicieron esperadas en muchas partes.

A partir de esa época comienzan las fundaciones, casi todas ellas hospitales. La guerra Carlista sometió a Joaquina y a su obra a un afuerte crisis. Joaquina es detenida en Vic en 1837.

Joaquina muere el 28 de agosto de 1854 a los 71 años. Había fundado 31 comunidades y contaba con 134 hermanas. Vivían 6 de sus hijos y 11 nietos. Fue canonizada el 12 de abril de 1959 por el papa Juan XXIII. Su fiesta litúrgica se celebra el 22 de mayo

Su incontestable lema: TODO POR AMOR, NADA POR FUERZA, resume el ideal de vida que deseaba inculcar a sus hijos, a su Comunidad de Hermanas Carmelitas, a sus alumnas, a sus enfermos y a las generaciones posteriores.